Acabemos con los mitos que nos drenan y nos alejan de conseguir el verdadero bienestar.
Hace frío aquí en el noreste de Estados Unidos, y más frío aun cuando me olvido de las lecciones que he aprendido anteriormente acerca de cómo mantener mi bienestar integral, mi felicidad y mi fuerza. No estoy sola… aprendemos y olvidamos… y después, como todos los seres humanos, buscamos recordatorios.
A continuación encontrarás algunos mitos en los que a veces caemos presos en nuestro camino a una vida más saludable y más completa; así como los antídotos para superarlos.
1. Necesito tener siempre a alguien que venga y me rescate de mi propia miseria.
Vamos a desmantelar de una vez esta mentira. Fuera de Hollywood, la capacidad de sostenernos viene de adentro. Y somos más abiertos a recibir la sabiduría de quienes nos quieren cuando tomamos la responsabilidad de nuestro propio camino. Al final, la sanación viene de nuestra propia capacidad de saber quiénes somos en nuestros mejores momentos y de movernos en esa dirección.
2. Mi dolor no es tan importante como el dolor de otros… o mi dolor importa más que el de los demás.
Dolor es dolor. El colocar nuestro dolor en una jerarquía imaginada, provoca una separación entre nosotros y los demás; y nos aleja de la capacidad de experimentar la compasión hacia nosotros mismos y hacia otras personas que también adolecen. En lugar de enfocarnos en la legitimización del dolor en comparación con otros, es mejor enfocarnos en cómo éste puede llevarnos a un espacio de humanidad compartida. Desde esta perspectiva permanecemos conectados, y así podemos ofrecer un vínculo que sabemos es útil para aquellos que al igual que nosotros, están sufriendo.
3. La vida me limita mis oportunidades
La posición de víctima puede ser muy atractiva y útil – ¡nos ofrece la excusa perfecta para no movernos hacia adelante! – ¿Para qué movernos, si la vida es claramente injusta? Y eso es cierto. La vida es injusta. Caprichosa. Impredecible. Peligrosa. Y todos sufren. Y la vida es también maravillosa. Increíble. Generosa. Impresionante. Y a todos nos tocan estos regalos también. Nadie está aislado en un extremo dentro del ciclo completo de la vida. La vida no es de todo o la nada, ni está en nuestra contra o a nuestro favor. La vida simplemente es.
4. Para poder cambiar algo, necesito cambiarlo todo.
El cambio exitoso ocurre más frecuentemente con movimientos pequeños, sostenibles y diarios hacia aquello que nos sana o que fortalece nuestras capacidades para tolerar las altas y bajas de nuestro día. Tratar de cambiar todo de una sola vez nos deja vulnerables al arrepentimiento y a los pasos erróneos. El cambiar una cosa a la vez, o algunas cosas en pasos pequeños con incrementos consistentes, nos lleva a un crecimiento extraordinario a través del tiempo.
5. Mis pensamientos y sentimientos son siempre verdaderos.
Me encantaría que esto fuera así. Me encantaría siempre tener la certeza de que mi visión, mis sentimientos y mis pensamientos son claros y sabios. Pero esto es una tontería. No podría estar más alejada de la realidad. Gran parte de lo que sentimos y pensamos viene de nuestros hábitos, de la forma habitual en la que históricamente hemos pensado y sentido. No son necesariamente precisos o útiles y nos debemos el compromiso de ajustar periódicamente nuestras percepciones para estar más conscientes de la forma en la que permitimos que nuestros hábitos de pensamientos/sentimientos nos guíen hacia un acantilado distorsionado de la percepción.
Te invito a acompañarme en el trabajo de desarmar estos atractivos mitos para que juntos podamos encaminarnos hacia una vida más ¡rica y saludable!
Certificado en Psicología Positiva – Latinoamérica, Un programa de educación mixto con módulos tanto en línea como presenciales de un año de duración creado por Tal Ben-Shahar, profesor del curso más famoso de la historia de Harvard. Por primera vez en Latinoamérica y 100% en español. Comienza enero, 2017. Más información