//Por Claudia Morales Cueto//

En días recientes se ha compartido de manera viral en las redes sociales un video en el que Mamoudou Gassama, un inmigrante de Mali, rescata a un pequeño francés que está colgando en el 5º piso de un edificio en París. En el video se ve a un vecino del edificio tratando de sostener al niño, quien está a punto de caer al vacío, pero el estarlo deteniendo impide que salte al balcón contiguo para ponerlo a salvo. Después del rescate, el inmigrante, quien estaba ilegal en Francia hasta ese momento, fue recibido por el Presidente Macron y, como una muestra de gratitud, se le otorgó una condecoración, así como la posibilidad de obtener la ciudadanía y un trabajo dentro del cuerpo de bomberos de París. Si acaso no has visto este video, puedes hacer clic aquí.

¿Qué pasa cuando vemos un acto heróico?

 

El presidente francés Emmanuel Macron, izq., recibió a Mamoudou Gassama en el Palacio del Eliseo.

¿Qué sentiste cuando viste el video? ¿Se ensanchó tu pecho o sentiste escalofríos al ver a alguien arriesgar su vida por salvar a un niño a punto de morir? ¿Qué te hizo pensar? ¿Te hizo reflexionar acerca de los migrantes y su situación? ¿Te llevó a admirarte que con tantas personas viendo la situación sólo uno sintiera el impulso de subir y, además, pudiera hacerlo?

Sara Algoe y Jonathan Haidt (2009) han estudiado estas emociones positivas diferentes a las que comúnmente identificamos con felicidad, como la alegría o la diversión, y que se producen cuando somos testigos de la excelencia en otros o los vemos realizar acciones extraordinarias. Dentro de estas emociones se encuentra la elevación, la admiración y la gratitud. Estos investigadores clasifican a estas emociones como other-praising, es decir, son emociones que llevan a elogiar o felicitar a otro por su conducta virtuosa o admirable. ¿Lo has experimentado alguna vez?

La elevación

Para Algoe y Haidt, la emoción positiva de elevación se experimenta cuando somos testigos de un acto de virtud o belleza moral, como la generosidad, la gratitud, la fidelidad o la valentía. Se llama elevación porque las personas se sienten inspiradas o movidas en alguna manera, ya sea a emular la acción o a realizar otra conducta virtuosa. La emoción de elevación se experimenta en el cuerpo como un sentimiento de dilatación o apertura en el pecho.

La admiración

A diferencia de la elevación, que tiene que ver con la belleza moral, la admiración la sentimos cuando somos testigos de actos de excelencia cuya naturaleza no es moral, sino referidos a las habilidades o el talento. Por ejemplo, cuando tenemos la oportunidad de observar a alguien desplegar sus habilidades extraordinarias para aprender o bailar, cocinar, escalar o cualquier otro tipo de talento o logro. Por ejemplo, ver un malabarista lidiar con 5 o 7 pelotitas a las vez nos deja admirados, pero no elevados. De todas maneras, la admiración también cumple una función social al ayudarnos a contemplar mayores posibilidades en nuestro desarrollo e inspirarnos a trabajar por alcanzar logros fuera de nuestra zona de confort.

La gratitud

Experimentamos la gratitud cuando nos damos cuenta que otro nos ha beneficiado con sus acciones. Saber que otros se salen de su camino o de su rutina para ayudarnos o hacernos un favor nos hace sentir valiosos y nos deja con el deseo de actuar con reciprocidad con quien nos favoreció o, si esto no es posible, con el deseo de favorecer a otras personas. Es la virtud y emoción positiva que mantiene a las familias y los grupos unidos, es decir, mantiene la cohesión social o, como dice el investigador social George Simmel, la gratitud es “la memoria moral de la humanidad”, pues “si todo agradecimiento fuera eliminado de repente, la sociedad, al menos como la conocemos, se desintegraría”.

¿Quién te inspira?

Las emociones positivas en las que somos testigos de actos virtuosos o conductas ejemplares en los otros nos ayudan a ser mejores personas, ya que nos inspiran a darnos cuenta de nuestra propia capacidad y posibilidades. En el caso del video que comenté al principio de este artículo, el hecho de que Mamoudou Gassama actuara con una valentía extraordinaria me llevó a sentir elevación, admiración y gratitud. Este joven, apodado ahora “el Spiderman de París”, sintió el impulso de salvar al pequeño que colgaba del balcón, sin reflexionar en que ponía en riesgo su vida y su situación como migrante ilegal. Su valentía es realmente un acto de belleza moral admirable, como en los cuentos que leíamos de pequeños. Además, me provocó admiración observar su fuerza física y la facilidad con la que escaló con gran agilidad uno a uno los pisos del edificio. Por último, aunque yo no soy la beneficiada directa de su acción, me genera un sentimiento de gratitud al darme cuenta de que en el mundo hay muchos héroes anónimos, que cuidan el bien de los otros sin esperar nada a cambio.

¿A quién admiras? ¿Quién te inspira? ¿Qué pequeños actos puedes hacer para mejorar el mundo a tu alrededor?

 

Referencia:

Algoe, S.B.; Haidt, J. (2009). Witnessing excellence in action: the ‘other-praising’ emotions of elevation, gratitude and admiration. J Posit Psychol 4 (2) 105-127

 

Peterson, Christopher; Seligman, Martin E.P (2004). Character Strengths and Virtues. NY, APA/Oxford University Press. p. 556.

 

Acerca del Autor

 

Claudia Morales Cueto

Lic. en Comunicación (UIA), Diplomada en Psicología Positiva (UIA) y Maestra en Liderazgo Positivo (Tecmilenio). Une su pasión por comunicar a su interés por difundir la Psicología Positiva, la atención plena (mindfulness) y la espiritualidad.

 

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