La maternidad es una experiencia única y transformadora que influye profundamente en la vida de una mujer. Desde la emoción del primer ultrasonido hasta el abrazo del recién nacido, ser madre conlleva una gama de emociones y experiencias que pueden afectar significativamente el bienestar emocional y la felicidad.

El Impacto Emocional de la Maternidad

Para muchas mujeres, convertirse en madre es una de las experiencias más gratificantes y significativas de sus vidas. El amor incondicional y el vínculo único que se forma entre una madre y su hijo conlleva una profunda sensación de felicidad y realización. Estudios como el realizado por Nelson y Kushlev (2014) han encontrado que las madres reportan niveles más altos de bienestar emocional y satisfacción con la vida en comparación con las mujeres que no son madres.

Sin embargo, la maternidad también puede implicar desafíos y tensiones que influyen en el bienestar emocional de las mujeres. Las demandas físicas y emocionales de cuidar a un bebé, el estrés financiero, los cambios en las relaciones y la falta de sueño son solo algunas de las dificultades que muchas madres enfrentan en su día a día. Estos desafíos cambian la percepción de la felicidad y el bienestar de una madre, especialmente durante los primeros años de crianza.

Las mujeres más jóvenes experimentan niveles más bajos de felicidad después de convertirse en madres, mientras que las mujeres mayores experimentan una mayor satisfacción con la vida asociada con la maternidad. (Myrskylä y Margolis,2014)

Cómo cultivar una maternidad más feliz y saludable

Existen algunas estrategias que las madres pueden emplear para cultivar su felicidad y bienestar emocional.

Priorizar el autocuidado: Dedica tiempo para ti misma, incluso si es solo unos minutos al día. Esto puede incluir actividades relajantes como la meditación, el yoga, leer un libro o dar un paseo al aire libre.

Establecer límites saludables: Aprende a decir “no” cuando sea necesario y establece límites claros en tus relaciones y responsabilidades. Aceptar ayuda cuando la necesites y delegar tareas aliviará la carga y reducirá el estrés.

Buscar apoyo en tu círculo: No tengas miedo de pedir ayuda a amigos, familiares o profesionales si te sientes abrumada o necesitas apoyo emocional. La conexión social y el apoyo mutuo pueden ser fundamentales para mantener un buen estado de ánimo y afrontar los desafíos de la maternidad.

Practicar la gratitud: A pesar de los desafíos, trata de encontrar momentos para sentirte agradecida. Mantener un diario de gratitud o simplemente tomar unos minutos cada día para reflexionar sobre las cosas positivas en tu vida te ayudará a cambiar tu perspectiva.

Establecer rutinas saludables: Intenta mantener una rutina regular que incluya una alimentación equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso.

Crea un espacio al día para hacer algo que te da placer o significado: Incluye en tu día pequeños oasis de recuperación donde puedas reconectarte contigo misma. Desde cinco minutos para respirar, oír una canción que te guste, estar en silencio, leer un poema, etc. Estos pequeños espacios de recuperación son una gran fuente de bienestar.

Buscar ayuda profesional: Si te sientes abrumada por la ansiedad, la depresión u otros problemas de salud mental, considera buscar ayuda profesional. Un terapeuta o consejero puede brindarte el apoyo y las herramientas necesarias para superar estos desafíos y mejorar tu bienestar emocional.

Referencias:

  • Nelson, S. K., & Kushlev, K. (2014). Parenting to promote self-esteem: Insights from the study of child development. In J. L. Wood & T. J. Wong (Eds.), Handbook of Self-Esteem (pp. 181-201). Springer.
  • Park, H., Bhuiyan, N., Lee, H., & Hung, M. (2019). Social support and maternal well-being: A growth curve analysis. Journal of Family Psychology, 33(5), 541–551.

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