//Por Arlen Solodkin//
Hace unas semanas tuve la oportunidad de estudiar con Jane Dutton, profesora distinguida de Administración de Empresas y Psicología de la reconocida Ross School of Business en la Universidad de Michigan. Durante su exposición ví un video donde se exponían las fotografías de Richard Renaldi, un fotógrafo quien desde el 2007 ha estado trabajando en una compilación de fotografías en las que pide a completos extraños que interactúen físicamente para que posen en sus fotografías. Renaldi camina por las calles de diversos pueblos y ciudades de Estados Unidos, encuentra personas distintas y las invita a posar para él de una forma íntima, como lo harían con sus amigos y seres queridos. La proximidad y la intimidad han sido objetos de estudio por muchos años y las relaciones interpersonales han sido destacadas como uno de los elementos más importantes para cultivar el bienestar personal. En estas fotografías, a veces se ve la incomodidad de estos encuentros inesperados, pero en otras pareciera que estos extraños se conocen de toda la vida. Las personas que posan para él reportan, en su mayoría, que en principio se sintieron incómodos, pero que después se sintieron a gusto. Algunos mencionan que existe más en común con los extraños de lo que jamás imaginaron. Pareciera que el simple contacto físico desencadenó un vínculo entre ellos. ¿QUÉ TAN IMPORTANTE SON LAS RELACIONES EN NUESTRA VIDA? ¿QUÉ ES LO QUE HACE QUE SE CREEN CONEXIONES DE ALTA CALIDAD ENTRE LAS PERSONAS? ¿CÓMO INFLUYEN LAS RELACIONES INTERPERSONALES EN EL TRABAJO? Estas y muchas otras preguntas son las que abordaremos a continuación. Dentro de los estudios mundiales de la felicidad en los últimos años (WorldHappinessReport,2019), se ha subrayado una y otra vez que las relaciones interpersonales son vitales para cultivar el bienestar personal. De hecho, cuando se compara el nivel de bienestar entre países, sucede una situación particular entre los países del continente americano de habla hispana al que denominan la paradoja latinoamericana. Los países más felices del mundo tienden a ser países que cuentan con altos niveles de educación, confianza en el gobierno, libertad, buen nivel económico y bajos niveles de corrupción, de inequidad entre otras características. Sin embargo, muchos de los países latinoamericanos tales como Costa Rica, México, Chile, Panamá, Brasil y Argentina aparecen entre los primeros 30 lugares en nivel de felicidad, cerca de países como Finlandia, Noruega, Dinamarca e Islandia entre otros. Los investigadores atribuyen estos resultados a las estrechas relaciones interpersonales que existen en la cultura latinoamericana. Las redes de apoyo social y emocional contribuyen indudablemente al bienestar de las personas.
Pero ¿qué pasa en el trabajo? Según un estudio hecho por TinyPulse, solo 17% de los trabajadores reportan sentirse felices en sus trabajos, solo 17% se sienten valorados y solo 47% sienten que tienen buenas relaciones con sus colaboradores. Por otro lado, Ed Diener, líder mundial en el estudio del bienestar subjetivo ha investigado los componentes que más contribuyen al bienestar subjetivo de la gente (la medida en la que las personas califican su propio bienestar) y ha notado que el 5% más feliz de las personas que ha investigado, sin excepción alguna, reportan contar con un gran apoyo social. La escritora Annie Dillard dijo que “la forma en la que pasamos nuestros días es, por supuesto, la forma en la que pasamos nuestra vida”. Pasamos alrededor de 90,000 horas de nuestra vida en el trabajo que corresponde a una tercera parte de nuestra vida; si las relaciones interpersonales son clave para nuestro bienestar, es importante ver cómo podemos fomentarlas. El trabajo es para la mayoría de nosotros nuestro segundo hogar, ¿no deberían nuestros colaboradores ser como nuestra segunda familia?
Jane Dutton ha dedicado su vida a estudiar qué crea y sostiene el florecimiento humano, grupal y organizacional. A través de encontrar las herramientas más poderosas de la sociología positiva aplicada y de la psicología positiva aplicada, ella junto con otros líderes en el campo de la psicología organizacional han establecido un marco de estudio organizacional al que se le conoce como Positive Organizacional Scholarship (POS), es decir el estudio de las organizaciones positivas.
Otra manera de entender POS es entendiéndolo como una forma particular de mirar. POS ve a las organizaciones como sitios humanos de fortalezas colectivas y de construcción de potencialidades, como espacios para explorar las condiciones que cultivan el funcionamiento óptimo y como un espacio de dinámicas generativas. POS se enfoca en encontrar las mejores formas para generar desviaciones positivas a nivel individual a través de un estado psicológico con alta vitalidad y prosperidad, y a nivel organizacional, a través de una economía generosa, efectividad de excelencia, eficiencia extraordinaria, calidad perfecta, éticas benévolas, relaciones de alta calidad y la adaptación resiliente. Dutton sugiere que los tres mecanismos detrás de las desviaciones positivas son las emociones positivas, el propósito y las relaciones positivas. De éstas tres, el ámbito relacional parece ser el más importante. La mayoría de las organizaciones reconocen la importancia de las relaciones interpersonales en términos de compartir metas, desarrollar una capacidad de negociación y compartir y dividir el trabajo, pero rara vez hablan del impacto de la calidad de dichas relaciones. Piensa en tu familia, amigos y colegas ¿Cómo distingues aquellas relaciones que son de alta calidad? ¿Cuáles son los elementos que las definen? ¿A qué le pones atención en estas relaciones?
Cuatro características que definen las conexiones de alta calidad según Heaphy y Dutton(2008) son:
1.Altos niveles de vitalidad y energía compartidos por ambas partes 2.Una sensación de mutualidad, un sentido de participación y sensibilidad compartida. 3.Aprecio y respeto positivo. 4.Cambios fisiológicos que literalmente dan vida. La conexión humana es vital especialmente en organizaciones donde hay sistemas jerárquicos muy definidos que requieren de altos niveles de flexibilidad y adaptación al cambio.El Dr. Keltner Berkley, creador del GreaterGood Center destaca el gran impacto que tienen los pequeños momentos y las pequeñas acciones. Mirar a tus colaboradores a los ojos, saludarlos por su nombre, darles la mano en las mañanas. Recordando las fotografías de Renaldi que mencioné al inicio, la cercanía y pequeños momentos de conexión cambian de forma absoluta la calidad de las interacciones y éstas afectan profundamente nuestro estado emocional y psicológico. Dutton menciona que el efecto de las conexiones de alta calidad son los siguientes:
a)A nivel personal expanden nuestro pensamiento, reducen la estimulación negativa, nos alistan para el aprendizaje, construyen resiliencia, mejoran la imagen que tenemos de nosotros, incrementan la cooperación, mejoran nuestra salud psicológica y fisiológica, nuestra satisfacción en el trabajo, nuestro compromiso e involucramiento y disminuyen los conflictos de roles, la ambigüedad y la sobrecarga. b)A nivel de grupos o equipos de trabajo propician el aprendizaje, promueven la adaptabilidad, la resiliencia y la creatividad. c)A nivel organizacional aumentan la cooperación, el vínculo entre colaboradores, clientes y proveedores, incrementan la adaptabilidad y la resiliencia organizacional y baja costos (costos de los bienes vendidos). En estudios de más de 300,000 individuos, el impacto de la falta de integración social en la salud corresponde al mismo riesgo que fumar, alcohol excesivo y falta de actividad física (HoltLunstad, Smith, &Layton, 2010). Es tiempo de reconocer que el funcionamiento de una organización depende de muchísimas personas, es tiempo de redefinir el liderazgo y dejar de buscar un solo líder, y enfocarnos en las personas que hacen que las cosas sucedan dentro de la organización. Es importante que te des cuenta de cuáles son las personas con las que logras tener conexión de alta calidad y con las que no, dedicar tiempo a saborear aquellas conexiones de alta calidad, aunque sean breves y con personas que no conozcas tan bien, e invertir en construir estas conexiones donde no las tienes aún a través de acciones sencillas. Recuerda que las pequeñas acciones hacen una gran diferencia en ti y en los demás.
Dutton cita cuatro formas para construir relaciones de alta calidad:
1.Juego Realizar actividades con la intención de promover la diversión.
2.Involucramiento respetuoso Relacionarte con el otro desde un lugar que mande un mensaje de valía, mostrando que el otro es importante para ti.
3.Habilitación de tareas- Ayudar y facilitar a otras personas para que tengan éxito en su desempeño.
4.Confianza- Comunicarle a la otra persona que confías en el/ella, que sabes que van a alcanzar tus expectativas y que son confiables.
Las organizaciones positivas buscan generar una espiral de positividad ascendente, ven a sus colaboradores como semillas de grandeza, (un término usado comúnmente por David Cooperrider, creador del método de Indagación Apreciativa), interpretan los obstáculos como oportunidades y saben que el bienestar integral de la organización depende del bienestar integral de sus colaboradores. De todos los componentes del bienestar integral propuestos por el Dr. Martin Seligman (padre de la Psicología Positiva) que incluyen: las emociones positivas, el involucramiento o engagement, las relaciones positivas, el sentido, las metas y logros; son las relaciones positivas las que influyen en el bienestar contundentemente. Si buscas por dónde comenzar, fomenta las conexiones de alta calidad en tu vida y tu trabajo e inmediatamente notarás la diferencia.
“Tu primer y más importante trabajo como líder, es hacerte cargo de tu propia energía y luego ayudar a orquestar la energía de los que están a tu alrededor. ”Peter Drucker