Muchos de nosotros caemos en la trampa de sentir que lo que tenemos no es suficiente. Nos encontramos en un ciclo de querer más para nosotros y nuestras vidas. Pero cuando nos enfocamos en lo que nos falta, es imposible sentirnos completamente felices y satisfechos.

Quizás nos apresuramos y compramos esa nueva cosa que todos tienen, o nos esforzamos por alcanzar el siguiente nivel en la escalera profesional. A veces, nos esforzamos por encontrar la pareja perfecta, pero no estamos satisfechos una vez que estamos en la relación. El problema es que, incluso si logramos lo que buscamos, nada se mantiene nuevo, brillante y perfecto por mucho tiempo. Ningún trabajo es perfecto, y ninguna relación viene sin desafíos. Así que, terminamos justo donde empezamos: deseando y queriendo más.

La forma de salir de esta trampa podría ser mucho más sencilla de lo que piensas. Y todo comienza adoptando la práctica de la gratitud en nuestras vidas.

¿Practicar la gratitud tiene beneficios?

Cuando hablamos de gratitud, no solo estamos dando las gracias por las cosas grandes en la vida. También estamos apreciando los pequeños momentos que salpican de alegría nuestro día. Ser agradecido puede parecer simple, pero aunque es simple en su naturaleza, su impacto puede ser bastante poderoso.

Al agregar más gratitud a tu día, te estás preparando para una vida más feliz y saludable.

  1. La gratitud puede ayudarte a notar lo positivo en la vida.

Es fácil enfocarse en lo negativo, pero cuando practicas la gratitud, eres más capaz de apreciar las cosas buenas a tu alrededor, sin importar cuán frustrante haya sido tu día. Tal vez las amables palabras de un amigo te levantan el ánimo o una hermosa puesta de sol te hace apreciar lo bueno en la vida. Cuando te esfuerzas por ser agradecido, comenzarás a notar momentos positivos con mayor frecuencia.

  1. Nos recuerda lo que es importante

Con tantas cosas sucediendo a nuestro alrededor, a veces olvidamos lo que realmente importa. La gratitud actúa como un suave recordatorio, ayudándonos a valorar a nuestros seres queridos, nuestra salud, e incluso pequeños placeres como una comida deliciosa.

  1. Te anima a vivir el momento presente

Expresar gratitud te conecta con el momento presente. Cuando eres agradecido, no estás rumiando sobre el pasado o preocupándote por el futuro, sino que aprecias genuinamente lo que está sucediendo en el ahora.

  1. La gratitud reduce la comparación

Vivir con gratitud ayuda a disminuir la necesidad de compararte constantemente con los demás. Cuando agradeces lo que tienes, es menos probable que sientas la necesidad de tener lo que poseen otras personas. Esta práctica puede aumentar tu autoestima y reducir los pensamientos negativos.

  1. Mejora tu estado de ánimo

Piensa en una vez que alguien te agradeció. Se sintió bien, ¿verdad? Cuando sientes y expresas gratitud en tu vida diaria, mejoras tu estado de ánimo. Las emociones positivas crecen, y antes de que te des cuenta, estás compartiendo esa felicidad con los que te rodean.

  1. La gratitud ayuda a fortalecer las relaciones

Compartir tu gratitud no es solo para ti. Cuando la expresas a los demás, fortaleces los lazos. Tal vez sea agradeciendo a un amigo por estar ahí o apreciando el esfuerzo de un familiar al preparar la cena. La gratitud es una forma simple de hacer que las conexiones sean aún más fuertes.

Tips para cultivar tu gratitud

Aceptar la gratitud no significa ignorar los desafíos de la vida. Significa elegir enfocarte más en lo positivo que en lo negativo. Esto, a su vez, trae más abundancia a tu vida diaria. Si quieres aprender a vivir una vida llena de gratitud, aquí tienes algunos consejos para empezar.

  1. Encuentra tu razón

Antes de cualquier cosa, pregúntate por qué quieres ser más agradecido. Puede ser por los beneficios mentales en general, o tal vez quieras fortalecer tus vínculos con amigos y familia. Sea cual sea tu razón, saber por qué quieres añadir más gratitud a tu vida te mantendrá motivado.

  1. Empieza poco a poco 

Si eres nuevo en esta práctica, comienza identificando una cosa por la que estés agradecido cada día. Con el tiempo, esta lista crecerá de manera natural.

No necesitas encontrar grandes razones para estar agradecido. Disfrutar de un día soleado, el sabor de tu helado favorito o un mensaje de un amigo pueden desencadenar ese sentimiento de gratitud. Al notar estos pequeños momentos, entrenarás a tu cerebro para identificarlos más a menudo.

  1. Utiliza recordatorios visuales 

Una excelente manera de fortalecer el hábito de ser agradecido es mediante señales visuales de gratitud. De la misma manera que usamos alarmas para despertarnos o recordar citas, podemos usar señales de gratitud para detenernos y recordar ser agradecidos a lo largo del día.

Coloca notas adhesivas con mensajes que te pregunten qué te hizo sonreír hoy o frases sobre la gratitud que resuenen contigo. También puedes crear un moodboard con las imágenes que te recuerden por qué debes sentirte agradecido.

Pon estos recordatorios en lugares donde los veas frecuentemente, como en el espejo del baño, en tu refrigerador, al lado de tu cama o en tu celular. Estas notas te impulsarán a pensar en los momentos de gratitud de tu día y te generarán el hábito de ser agradecido.

  1. Documenta por lo que estás agradecido

Empieza un diario de gratitud. Cada noche antes de dormir, escribe tres cosas por las que te sentiste agradecido ese día. No tienen que ser eventos significativos — quizás un vecino te saludó, o viste un perro lindo en tu paseo. Al escribir consistentemente por lo que estás agradecido, refuerzas las emociones positivas.

  1. Cultiva sentimientos de gratitud diciéndolos en voz alta

Expresar gratitud puede ser tan simple como decir, “Gracias”. Si alguien te sostiene la puerta, reconócelo con una sonrisa y un gracias. Si un amigo comparte su bocadillo contigo, hazle saber que lo aprecias. Practica expresar gratitud abiertamente. No solo esto eleva tu ánimo, sino que también puede alegrar el día de alguien más.

  1. Dedica un tiempo específico cada día para la gratitud

Dedica unos minutos diarios simplemente para sentarte y pensar en las cosas por las que estás agradecido. Puedes verlo como un ejercicio de salud mental. Puede ser por la mañana al comenzar tu día o por la noche cuando te relajas. Hacerlo una parte regular de tu rutina convertirá la gratitud en un hábito.

  1. Sé amable contigo mismo

Algunos días, puede ser difícil encontrar gratitud, y eso es perfectamente normal. No se debe presionar a nadie para sentir gratitud todos los días. Inevitablemente, habrá días en los que no surgirá de manera natural. Sin embargo, cultivar una práctica de gratitud requiere un esfuerzo constante. Solo sé amable contigo mismo en los días desafiantes.

 

Reto de 31 días para aumentar tu gratitud

Hemos lanzado una dinámica en redes sociales para cultivar la gratitud en nuestra vida. Se trata de un reto de 31 días en el que día con día tenemos que realizar una actividad que nos acerca más a la práctica de la gratitud.

Diariamente subiremos una actividad mediante nuestras historias de Instagram y podrás interactuar con ella cuando la realices para seguir tu progreso. 

No te preocupes si apenas comienzas, este reto es atemporal y puedes empezarlo cuando tú quieras. ¡Encuéntralo completo en nuestras historias destacadas!

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